Estudia la Meditación
Trascendental y le dedica una serie de profundos y completos estudios
fisiológicos, en cierta forma demuestra experimentalmente su eficacia, aunque
va más allá de lo que quizás los adeptos a la M.T. desearían. Tras sus estudios
plantea que los resultados obtenidos con este tipo de meditación no se deben al
tipo específico de mantra, sino que prácticamente cualquier palabra repetida de
forma continua y monótona tendría los mismos resultados. De hecho propone
repetir cualquier palabra y sugiere “uno” como un sonido entre otros que
tendría la misma eficacia que la M.T.
- En primer lugar colocarse en una postura cómoda.
- Comenzar practicando en un lugar tranquilo en el que no se prevean interrupciones. Más adelante podrá hacerse paseando, sentado en el autobús o en condiciones similares.
- Elección de una palabra y repetición incesante de la misma, con un ritmo que habremos de encontrar por nosotros mismos, en voz no muy alta. Más adelante podremos repetirla como en un susurro, y posteriormente repetirla sin efectuar sonido alguno.
- Actitud pasiva frente al ejercicio, es como si el ejercicio se hiciera solo, dejo que suceda por sí mismo, que el sonido resuene en el interior, y observo con atención.
- La duración oscilará entre 5 y 20 minutos, siempre sin llegar a tener una sensación de cansancio ni aburrimiento, ni cualquier otra impresión que no sea placentera.
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