La forma en que uno respira afecta a todo el
cuerpo. Una buena forma de disminuir la tensión y de sentirse relajado es
respirando plena y profundamente. El propósito de la respiración en ondas es
acostumbrarse a usar los pulmones plenamente y estar consciente del ritmo de la
respiración. Esta técnica puede hacerse en cualquier posición, pero para
aprender a usarla es mejor acostarse boca arriba con las piernas dobladas.
1.
Ponga
la mano izquierda sobre el abdomen y la mano derecha sobre el pecho. Fíjese
cómo se mueven sus manos a medida que usted toma y suelta aire.
2.
Ensaye
a llenar la parte inferior de los pulmones al respirar, de modo que la mano
izquierda suba cuando usted tome aire y la mano derecha no se mueva. Siempre
tome aire por la nariz y suéltelo por la boca.
3.
Una
vez que haya llenado y vaciado la parte inferior de los pulmones de 8 a 10
veces, añada el segundo paso: primero llene la parte inferior de los pulmones,
como antes, y luego siga tomando aire para llenar el resto de los pulmones. Al
hacerlo, la mano derecha subirá y la mano izquierda bajará un poco, a medida
que el abdomen también baje.
4.
A
medida que suelte el aire por la boca, dé como un silbido muy suave al mismo
tiempo que la mano izquierda vaya bajando y luego la derecha. Cuando suelte el
aire, sienta cómo la tensión se va yendo del cuerpo, a medida que usted se
relaja más y más.
5.
Ensaye
a tomar y soltar aire de esta forma durante un plazo de 3 a 5 minutos. Fíjese
que el movimiento del abdomen y del pecho es como el movimiento de ondas que
suben y bajan rítmicamente.
Ensaye esta técnica todos los días durante varias
semanas hasta que pueda hacerla casi e cualquier lugar. Así tendrá algo que le
ayudará a relajarse en cualquier momento que lo necesite.
PRECAUCIÓN: Algunas personas se
marean las primeras veces que prueban esta técnica. Si se marea o empieza a
sentirse mal por tomar demasiado aire, respire más despacio y levántese
lentamente.
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